La decisión es tuya, puedes hacer lo que consideres mejor y sobre todo lo que te ayude a sentirte más tranquilo/a.
Aunque es recomendable informar a los profesores de tu hijo/a de tu enfermedad en la mayoría de los casos.
Así podrán comprender mejor si el comportamiento de tu hijo/a cambia o si tiene bajo rendimiento. Sin embargo, no existe la obligación de informarles.
Consideren la posibilidad de informar también a los compañeros.
Algunos niños no quieren que otros lo sepan. Mientras que otros niños perciben como ayuda el apoyo de su curso, esto solo lo podrás saber si discutes el tema primero con tu hijo/a.
Si tu hijo/a es adolescente
¡Informa a los profesores tan solo si el adolescente está de acuerdo con ello! En esta edad quieren ser fuertes, pertenecer al grupo y no llamar la atención (tal vez te podría interesar este artículo sobre fortalecer el amor propio).
Es importante preguntarles si quisieran ser ellos quien informan a los profesores o si lo hacen juntos.
Intenta que el tema no se hable en secreto con alguien sin decirlo a tu hijo/a.
Si tu hijo/a no quiere que alguien lo sepa, debes hablar con él/ella y averiguar las razones. Con comunicación, ambos pueden llegar conjuntamente a una conclusión sobre quién informa a quién cómo y cuándo.
Puede que no quieran que todo el curso sepa de la enfermedad de uno de sus padres. ¡Debes respetarlo!
No temas hablar con tus hijos y dales la oportunidad de expresar sus opiniones, podrían sorprenderte.
Por otra parte, si todavía no te animas a topar el tema y te preguntas quién puede ayudarte para hablar con tu hijo/a sobre tu enfermedad, puedes considerar:
Pedir ayuda a un familiar cercano, ya que este te podría acompañar para hablar con tus hijos/as.
Puedes buscar apoyo profesional para tu hijo/a si piensas que este podría trabajar en este proceso con de una mejor forma.
Un médico puede responder preguntas más específicas de tus hijos/as respecto a tu enfermedad.
Apóyate en las personas de tu círculo más cercano, busca apoyo profesional en profesionales de la salud como psicólogos o acude a grupos de apoyo para personas enfermas de cáncer.
Recuerda que no estás solo, si bien atravesar esta enfermedad puede ser muy difícil, la carga puede sentirse más liviana si cuentas con apoyo.